Más sobre la visita de Víctor Basterra

Les dejamos la nota que sacó Diario San Rafael por la actividad que organizó nuestro espacio en la biblioteca Mariano Moreno: La muestra fotográfica y testimonio de Raúl Basterra, quien estuviera detenido en la ESMA entre los años 1979 y 1983.


El ex detenido que arriesgó su vida para rescatar fotos de prisioneros de la ESMA

Ante un lleno total de público, incluso con gente en la vereda, en la sala central de la Biblioteca Mariano Moreno ofreció una disertación Víctor Basterra, uno de los sobrevivientes del terrorismo de Estado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), por donde se cree que pasaron más de 5 mil detenidos políticos, la mayoría de ellos desaparecidos. De profesión fotógrafo y gráfico en valores bancarios y experto en seguridad para evitar la falsificación de dinero, fue detenido junto a su esposa Laura Seoane y una hijita de dos meses el 10 de agosto de 1979 a las 10 de la mañana de su casa de calle Tuyú, en Lanús.

De allí fueron trasladados a la sede de la ESMA, donde Basterra fue sometido a una brutal paliza, mientras que Laura fue conducida a un sótano donde "me sacaron la ropa, me ataron de pies y manos a los barrotes de la cama y me picanearon sin piedad. Ahí supe lo que era la picana", contó Seoane al Tribunal Oral Federal Nº5, de Capital Federal, donde se juzga actualmente a varios represores, entre ellos al más tristemente célebre represor Ricardo Miguel Cavallo, alias "Sérpico" o "Marcelo", el famoso confesor de los "vuelos de la muerte" y por lo que fue detenido en México por disposición del juez español Baltazar Garzón.

Basterra contó a nuestro diario que "estuve prisionero cuatro años y siete meses; luego de varios meses de tortura en 'la capucha' (un altillo de la ESMA), un día me llaman y me dicen que estaba obligado a trabajar como fotógrafo y a falsificar documentos, con los que se proveían los militares para salir a robar autos particulares que utilizaban en los secuestros o para circular en las 'zonas liberadas".

Consultado sobre Cavallo, quien al momento de su detención era el Director del Registro Vehicular de México, donde armó un negocio ilícito de 400 millones de dólares, y respecto de las fotografías que sacó ocultas en su calzoncillo, Basterra señaló que "no fue el único que cayó y están juzgando gracias a esas fotos, son muchos más. Yo perdí mi casa, la que todavía está en litigio, porque nuestros secuestradores se llevaron a mi madre y le hicieron firmar un papel donde decían que la vivienda quedaba en poder de ellos a cambio de dejarme en libertad".

Sobre los juicios que se están realizando en todo el país contra los acusados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, señaló que "es alentador que esto ocurra, pero todo es producto de más de 30 años de lucha que han llevado adelante luchadores sociales, de derechos humanos, sobrevivientes, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, del pueblo en general. Y nos pone bien que una parte de la justicia intenta ponerse a la altura de las circunstancias, muy por el contrario de aquella justicia que en los años de la dictadura silenciaba todo o apoyaba la crueldad de la tortura, las desapariciones y las muertes. Tuvo que intervenir Baltazar Garzón, un juez que es ejemplo de justicia, que creó la figura de la justicia universal para que ningún gobierno dictatorial quede sin pagar lo que hizo", sentenció finalmente.