Jornada 5/10 - Inspecciones oculares

Nota de Sitio Andino

Inspeccionaron inmuebles donde funcionaron centros clandestinos de detención


El Tribunal que lleva adelante el juicio a ex represores por la desaparición forzada de personas en San Rafael recorrió hoy junto a ex detenidos los sitios donde estos estuvieron alojados y fueron torturados en 1976.

La recorrida empezó a las 10.30 en dependencias de Infantería de la Policía de Mendoza, adonde muchos eran trasladados inicialmente luego de haber sido allanados sus domicilios o lugares de trabajo.
Allí, los testimonios de los hermanos Berón y del doctor Alfredo Rafael Porras coincidieron en señalar la existencia de calabozos ahora desaparecidos en el predio donde se está construyendo una nueva estructura de Cuerpos Especiales.

También visitaron dependencias del Ejército y de laMunicipalidad, como también la ex Casa Departamental, donde funcionan los tribunales provinciales de la Segunda Circunscripción.

Tras recorrer dos despachos de la Intendencia, reconocidos por testigos como Luis Alfredo Barahona, el Tribunal subió las escaleras hasta la planta alta del edificio municipal donde históricamente viene funcionando LV 18 Radio Municipal, sitio que también fue señalado como de detención y torturas por varios testigos.

Uno de ellos, de apellido Ibáñez, relató: “me golpeaban de todos lados, todos los presentes y nadie podía dejar de hacerlo porque seguramente era como un código que todos debían golpear”, recordó.

“Pese a que estuve vendado, pude reconocer después a Guevara, a Suárez y a Mussere”, rememoró Juan Carlos Berón en Infantería.

“A mí no me golpearon, pero sí supe de todas las palizas que les daban a los detenidos en este lugar”, dijo Porras, a su turno también en el predio policial de Deoclesio García y Masa.

“Me pusieron boca abajo ahí, estaba lleno de soldados, y me trajeron por esa escalera; Mussere me hizo subir las escaleras en posición de salto de rana (en cuclillas), a la mitad ya perdía las fuerzas, me caía y tenía que volver; estuve más de una hora para tratar de subir estos pocos escalones”, testimonió Barahona.

“Me hacían limpiar el piso mientras me arrastraban de las patas”, dijo otro; “se cansaron de pegarme, cuando me dejaron, estuve dormido tres días y al despertarme moreteado, entonces el doctor Ruiz Pozo en lugar de prescribirme una medicación con una receta firmada por él, mandó a los policías a comprarme un calmante”, señaló otro.

Los testimonios fueron confirmatorios de los elementos obrantes en la causa acerca de los sitios y protagonistas de las detenciones y torturas, con lo que se esperará ahora, solamente, la preparación de los alegatos para dar paso en no más de un mes a la sentencia del Tribuna